¿Qué es el ‘Ikigai’ y cómo descubrirlo? ¿De dónde surge? ¿Cómo puede ayudarnos esta filosofía japonesa a encontrar nuestro propósito de vida? ¿Tenemos todos un ‘Ikigai’? ¿Cómo puede ayudarnos esta filosofía a vivir más y mejor? En este artículo te contamos las claves del secreto japonés para vivir con propósito y satisfacción.
¿Qué es Ikigai?
El término «Ikigai» proviene del japonés y se compone de dos palabras: «生き» (iki) que significa «vida» y «甲斐» (gai) que significa «valor» o » propósito». Juntas, estas palabras forman un concepto profundamente arraigado en la cultura japonesa, que puede interpretarse como «razón de ser» o «motivo para levantarse cada mañana».
Origen y filosofía detrás
El origen etimológico de Ikigai resalta su relevancia cultural en Japón, donde tener un propósito vital o una «raison d’être» cobra especial importancia. Tanto es así que no es extraño en Japón encontrar a gente que decide no retirarse, sino seguir trabajando en lo que les gusta siempre y cuando su salud se lo permita. Muchos japoneses encuentran su ikigai en actividades como la jardinería, la caligrafía y la cocina, entre otras.
No es simplemente una idea abstracta, sino una práctica que se integra en la vida diaria de los japoneses. Desde la infancia, se les enseña a buscar un equilibrio entre lo que aman, lo que el mundo necesita, aquello en lo que son buenos y aquello por lo que pueden ser recompensados. Este enfoque holístico no solo contribuye al bienestar personal, sino que también fomenta una comunidad más cohesionada y resiliente.
Este sentido de propósito no sólo les proporciona una dirección y motivación en su vida diaria, sino que también se ha relacionado con una mayor longevidad y bienestar general.
Claves para encontrar tu Ikigai
El ikigai es la confluencia entre lo que amamos, aquellas cosas en las que somos buenos, aquello por lo cual pueden pagarnos y aquello que el mundo necesita. Descubrir tu ikigai, ese propósito de vida que te motiva cada día, puede parecer una tarea complicada. Sin embargo, con un enfoque adecuado y herramientas prácticas, es posible identificar lo que realmente te apasiona y cómo puedes integrar esas pasiones en tu vida diaria. A continuación, te compartimos las claves para encontrar tu ikigai:
- El ikigai no es un destino fijo, sino un viaje de autodescubrimiento continuo. A lo largo de la vida, los intereses, habilidades y valores cambian. Así que, puedes empezar por preguntarte: ¿qué quiero hacer en esta etapa de mi vida?
- No tengas miedo de probar cosas nuevas y salir de tu zona de confort. La experimentación te permite descubrir qué actividades y experiencias te brindan mayor satisfacción y sentido. Permítete explorar diferentes pasiones y perspectivas para encontrar tu verdadero propósito.
- El autoconocimiento es clave. Conócete a ti mismo profundamente, incluyendo tus fortalezas, valores y lo que te motiva realmente. Reflexiona sobre tus experiencias pasadas, tus éxitos y tus desafíos, para identificar patrones y pistas sobre lo que te hace sentir más vivo y realizado.
- Mantén una mente abierta y flexible en tu búsqueda del ikigai. Está bien ajustar tus objetivos y reevaluar tus prioridades a medida que cambian las circunstancias y tus intereses. La capacidad de adaptarte y fluir con los cambios te permitirá encontrar un propósito en constante evolución a lo largo de tu vida.
El Ikigai en Okinawa: Secretos de Longevidad
Japón es el país con mayor esperanza de vida del mundo. En concreto, la región de Okinawa, es conocida como una de las «zonas azules», famosa por la longevidad de sus habitantes y su alta expectativa de vida. Uno de los secretos detrás de su salud y bienestar es el concepto de ikigai, o propósito de vida, arraigado profundamente en su cultura.
Los okinawenses siguen una dieta rica en vegetales, pescado y té verde, combinada con actividad física moderada, como tai chi y caminatas diarias. Además, valoran las relaciones sociales y la formación de grupos de apoyo llamados «moai», lo que contribuye significativamente a su bienestar emocional.
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«El agua que no se mueve se estanca; el agua que fluye se mantiene fresca y clara.» – Proverbio japonés
